LA PAJARICA DE LAS NIEVES Y LA NIÑA DE LOS PEINES - CAPÍTULO 7 (LA CAVA)

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Hubo un tiempo en el que no fui al colegio, mi padre me vino a buscar al convento y me dijo: nos vamos a vivir a La Cava; yo no sabía ni lo que era, pero por supuesto dije que si.

Así que nos mudamos los tres por un tiempo a un pueblito donde no había coches, las calles eran de arena, los árboles gigantes, las flores de colores brillantes y las casas con sus puertas abiertas, mientras los niños jugaban a tirarse globos de agua.

Mi padre cada mañana iba al mercado del pueblo, a comprar para hacer la comida y yo me quedaba con mi madre, que se tiraba horas en una hamaca en el patio de la casa, contemplando los árboles, los pájaros, los niños en bicicleta... yo la miraba y pensaba... qué pensará ella..?
Hablábamos durante horas, escuchábamos música y yo bailaba, otras me pedía la mascarilla y yo corría con la bombona para arriba y para abajo e incluso a veces nos reíamos de esa situación ridícula pero real.

El vecino me dejó una bicicleta, ni se veía de qué color era de lo oxidada que estaba, pero era muy entrañable! Me permitió relacionarme con los demás niños del pueblo, todas las tardes la cogía y mi padre se quedaba con mi madre a solas (yo sabía que ese ratito juntos a ellos les gustaba).

Yo me iba a la puerta del colegio con la bicicleta y entre las rejas les veía jugar a pelota, la puerta estaba abierta porque ya no era horario de clase, pero me daba vergüenza entrar, así que me iba a dar vueltas por el pueblo. Cada tarde hacía lo mismo y al poco tiempo ya todos los chicos me invitaban a entrar, jugaba a pelota con ellos, dábamos vueltas en bicicleta por esas calles de arena y todos me preguntaban qué le pasaba a mi madre. Ellos nos llamaban los forasteros!

Esto duró unos meses, pero mi madre ya no podía ni ir al baño... Así que la ingresaron en el hospital de Reus, planta terminal.

Virgin Cleo

La Maduixeta Vermella

Escribo mi vida y mis pensamientos, fotografío los secretos con mi cámara analógica que heredé de mi padre, callejeo con mi cruiser cuando no puedo surfear una bonita playa, viajo con mi música favorita por todo el mundo, pero sin duda lo que más me gusta es, reír y dar abrazos.

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